Reseñas - Exposición | |
Floridablanca 1728-1808 | ||||||||||
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El recorrido se divide en tres grandes secciones que narran los principales hitos biográficos de Floridablanca. En la primera de ellas, "De hidalgo murciano a Fiscal del Consejo de Castilla", se traza el nacimiento de Moñino en el seno de una familia hidalga y su formación intelectual, periodo que coincide con un florecimiento cultural y artístico en la región de Murcia. La segunda parte, "El varón prudente, de buen modo y trato", se abre tras su nombramiento como Fiscal del Consejo de Castilla en 1766 y su papel como embajador ante la Santa Sede en 1772, apoyando la expulsión de los jesuitas en España y logrando en Roma la supresión de la Compañía de Jesús en 1773, acción que le valió buena parte de sus títulos nobiliarios. Por último, la tercera parte, "Pro virtute et merito. Floridablanca, Secretario de Estado", se reserva a la larga trayectoria que desempeñó en su puesto de Primer Ministro entre 1777 y 1792, periodo en el que la caída del Antiguo Régimen en Francia tras la Revolución Francesa marcará una nueva etapa en la vida política española del cambio de siglo.
Ambas ideas se dejan entrever en el transcurso del recorrido. Respecto a la primera, no es casual la relación de obras que proyectan una nueva imagen del Estado encarnado en la figura del monarca, que aun siendo absoluto, no es arbitrario, y se deja conducir y aconsejar por sus secretarios de despacho. Así sucede en la pintura de historia de Ferro sobre la declaración de guerra a Inglaterra, en la que Carlos III da las instrucciones a sus ministros de Guerra y Marina, el conde de Ricla y el marqués de Castejón; o incluso en otras pinturas de carácter alegórico en la que los logros del monarca son resultado del esfuerzo y el espíritu patriótico de hombres públicos, como el patrocinio de los Gálvez en la Fundación del Montepío de Viñeros y cosecheros de Málaga, obra de Joaquín Inza, o el papel de Olavide y Campomanes en la creación de Sierra Morena, quienes acompañan a un monarca representado a modo de héroe romano en la pintura de José Alfonso de Rivero. Tampoco es ajeno a este tipo de representación laudatoria José Moñino, pues a lo largo de la exposición podemos contemplar la evolución de su papel en la Corte a partir de su retratística, cuestión que hubiera sido muy bien recibida como tema de estudio en la publicación del catálogo. Uno de sus retratos más bellos es el que reproduce la estampa de Camillo Tinti según pintura de Batoni, quien retrató al conde al término de su estancia en Roma junto a la mesa de trabajo, de forma muy similar a como pintó el retrato de Manuel de Roda unos años atrás. Aunque en la estampa se opta por seleccionar el busto en marco oval, se señalan, como era habitual en estos retratos grabados, las principales cualidades y virtudes del conde, que se trasmiten como modelo de conducta ejemplar. El despacho de trabajo se convertirá en uno de los espacios emblemáticos de la nueva clase política, como sucede en el retrato pintado por Goya, Los objetivos de reformar el país a través de la educación e instrucción de sus gentes -no pasa desapercibido el maravilloso interior de una escuela, pintado por Houasse a principios de siglo- encuentra en esta exposición ejemplos a partir de los cuales observar cómo durante el último tercio del siglo XVIII se fue afianzando el protagonismo del pueblo, destinatario principal de las utopías ilustradas. A la imagen anecdótica de los tipos populares en escenas como la del tapiz de los arrieros, de Ginés Andrés de Aguirre, o la de los azulejos anónimos que representan diversos oficios, hay que resaltar la selección de piezas de todo género que traducen el desarrollo de las manufacturas y la industria durante el periodo, como la orfebrería, el vidrio, los textiles o la porcelana. La muestra se completa, por último, con una selección de documentos, libros impresos y estampas que nos invitan a revisar las aspiraciones de progreso y modernización de la España de los Borbones y de los instrumentos que, como las Sociedades Económicas de Amigos del País, sirvieron al gobierno encabezado por Floridablanca para apoyar y afianzar el valor del patriotismo en la búsqueda de la felicidad pública. Álvaro Molina Universidad Autónoma de Madrid
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